Cuando Dios cambió el nombre de Jacob a Israel, les estaba diciendo a todos Sus hijos que aquellos que sirven eficazmente son realeza, son realeza en cuanto se dan cuenta de la verdad y la apropian por fe en sus vidas. La palabra ‘Israel’ significa “Príncipe con Dios”. El hecho es que la mayoría de los que siguen a Dios no ‘conocen’ a Dios. Muchos de ellos han pasado innumerables años o incluso décadas en algunos casos escuchando acerca de Dios, pero no ‘escuchan a Dios’. Estudian, analizan y memorizan; pero no ‘conocen’ a Dios íntimamente porque nunca han tomado su lugar en la mesa del Rey como Su linaje real. ~ “Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos…escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna…y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Isaías 58.2, Juan 5.39,40).
La intimidad de padre e hijo
Les encanta saber todo acerca de Dios, pero se niegan a venir a Dios para poder conocerlo. ~ “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7.22,23). Tenga en cuenta que la condición aquí era ‘conocer a Dios,’ no saber acerca de Él. Estos ‘llamados’ cristianos fueron tan engañados por sus rutinas religiosas que realmente pensaron que conocían a Dios, cuando en realidad habían trabajado en contra de Él toda su vida. ¿Cómo podría alguien pensar que fueron hijos de Dios sin conocerlo y vivir en comunión con Él todos los días? Jesús demostró lo que es un verdadero hijo de Dios ~ “Nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo” Juan 8.28).
El padre y sus hijos
Jesús no hizo nada excepto lo que el Padre le había dicho que hiciera. Su comunión con el padre fue constante. Vivió en la presencia del Padre día y noche. Jesús dijo que Él es ‘el1 camino’ y que Él es ‘el Hijo’. – Él es la única forma de ser un hijo, un hijo de Dios. Los únicos hijos de Dios son aquellos que están en relación con Dios, en comunión. Estos son los verdaderos niños que dejan todo atrás y entran en comunión con el Padre y el Hijo. ~ “Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios” (Lucas 18.15,16).
La familia de Dios
¿Cómo llegaron los hijos al Padre? Tenían que venir a Jesús por sus verdaderas disciplinas (hijos), que simboliza la iglesia. Todo verdadero hijo de Dios nace de la madre virgen, la iglesia.³ Nunca confundas a un sirviente de un príncipe. Si uno desea entrar en la casa de Dios, solo puede hacerlo entrando primero en comunión con sus hijos. Esto se enseña claramente tanto en la celebración de la Pascua en el Antiguo Testamento como en el sacramento de la Comunión en el Nuevo Testamento. ~ “Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre” (Juan 8.35).
En la Presencia del Padre
Es imposible tener comunión o Pascua sin antes reunirse correctamente con la familia de Dios. Cada hijo de Dios tomará su lugar en la mesa de comunión íntima con el Padre y el Hijo, no seguirán a los sirvientes, solo a los hijos. El apóstol Juan como con los otros ministros de nuestro Señor habló de esto muchas veces. Echemos un vistazo a la primera epístola de Juan el Divino … ~ “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1Juan 1.3). ¿Qué clase de niño se negaría a vivir en la casa de su padre o, peor aún, renegar iría a la casa de su padre cuando lo llamara a su casa y dejara de vivir con el vecino? No es de extrañar que no tengan comunión con Él.
La Manifestación de los Hijos de Dios
Toda intimidad con Dios comienza en la ‘mesa del Señor,’ que es la mesa de la verdadera ‘comunión,’ y solo tiene lugar en la casa del Padre y con el resto de sus hijos e hijas. Lo primero que hizo Jacob después de que él Creador lo proclamó ‘Príncipe con Dios’ fue reconciliar su relación con Esaú, su hermano. A medida que se desarrolla la hora final de la historia humana, Dios está levantando y liberando un nivel de poder y autoridad que nunca antes se había visto. Él está revelando lo que toda la creación ha estado esperando desde la resurrección de Jesucristo: la llegada de los Hijos de Dios, sus santos príncipes, quienes manifestarán el brillo incomparable de la Esposa de Cristo, la iglesia gloriosa sin mancha6 ni arruga.
Romanos 8.19
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
Notas
1. Juan 14.6
2. Hebreos 11.17-19
3. Efesios 5.32,33
4. Juan 6.65,66
5. Génesis 32-33
6. Efesios 5.27
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© L. Jonathan Blais 2022 Todos los derechos reservados. Escritura tomada de La Santa Biblia Reina Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina 1960. Usado con permiso.